28 ene 2015

Los trabajadores de Somonte reciben el apoyo de vecinos y colectivos del Oeste

Bajo una fina llovizna, la mañana de ayer se planteaba tranquila en el Polígono Industrial de Somonte. Sin embargo, no era un día más. Trabajadores y vecinos de la zona consideran que llevan mucho tiempo aguantando las emisiones procedentes de una fundición de aluminio situada en dicho lugar y han decidido 
Trabajadores del polígono de Somonte y vecinos de la zona Oeste, frente a la fundición de aluminio.
alzar la voz.
Así, una comitiva compuesta por representantes de diferentes asociaciones de vecinos de la zona Oeste, además de la Plataforma Contra la Contaminación de Gijón, de los Afectados por la Enfermedad de Sensibilidad Química y Ambiental, de Fibroamigos Unidos e, incluso, de Podemos Xixón, se presentó ayer en el polígono para mostrar su «apoyo a los trabajadores que tienen que soportar a diario las emisiones tóxicas de esta empresa».
Durante largo rato, empleados y vecinos intercambiaron experiencias y decidieron hacer frente común en una lucha que se prevé larga. «Unidos siempre podremos hacer más fuerza a la hora de llamar la atención de las administraciones», señalaba el presidente de la asociación de vecinos Bareza-Lloreda, José Luis Fernández, 'Aguirre'. Si no consiguen que sean el Ayuntamiento o el Principado quienes escuchen sus peticiones, advirtió, no dudarán en mirar más alto. «Estamos decididos a llegar hasta el Ministerio de Medio Ambiente si hace falta, pero esto tiene que parar ya. No puede haber personas enfermando y muriendo para que unos pocos se lucren», apostilló.
Con esto último, aclararon, no pretenden pedir el cierre de las industrias. «La gente es lo primero y no le queremos quitar el trabajo a nadie. Lo único que pedimos es que se cumpla la ley y se tomen las medidas necesarias para evitar que las sustancias tóxicas perjudiquen a quienes rodean a estas empresas», apuntó la presidenta de la asociación de vecinos Evaristo Valle de Tremañes, Carmen Fernández.
Medición en un lugar público
Los trabajadores, que en su día denunciaron a la fundición ante la Consejería de Medio Ambiente, «aunque sin demasiado éxito», según ellos mismos indicaron, se mostraron agradecidos por el apoyo recibido y reiteraron su intención de estudiar futuras vías legales para seguir 'peleando' por un entorno de trabajo saludable. Hoy mantendrán una reunión con un abogado especializado en este tipo de problemas para decidir cuál será su siguiente paso.
Por el momento, la presión de trabajadores y vecinos logró que el Principado anunciase la futura instalación de una subestación de medición y control de la calidad del aire. «Exigimos que dicha subestación pueda captar partículas menores de PM10, pues son las que aquí nos preocupan, y que se instale en un lugar público, para que tanto trabajadores como vecinos podamos tener acceso a las mediciones», señaló 'Aguirre'. Aprovechó también para recordar otra de las peticiones que la plataforma hizo en su día. «Queremos que se ponga a disposición de los vecinos un laboratorio que analice sus tierras y el agua con que las riegan con el fin de saber si están contaminadas, pues algunas personas de las que están hoy aquí llevan años sin atreverse a plantar nada en sus huertos», señaló.
Silencio de la empresa
Todas estas peticiones se las harán llegar, en persona, a la alcaldesa, Carmen Moriyón, durante una reunión que esperan mantener con ella en los próximos días. Además de representantes de los vecinos y de la Plataforma Contra la Contaminación, acudirán a la reunión algunos de los empresarios del polígono y sus trabajadores.
Por su parte, la empresa aludida rechazó ayer hacer ningún tipo de declaración sobre estas acusaciones a EL COMERCIO.

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