Un nuevo estudio publicado en la revista Archivos de Toxicología muestra una vez más que no hay nivel seguro ante la exposición al herbicida Roundup de Monsanto (glifosato), preparado para ser utilizado en los organismos modificados genéticamente (OGM).
Según los nuevos hallazgos, Roundup, del que se rocían decenas de miles de toneladas al año en todo el mundo, sigue siendo tóxico para el ADN humano incluso si se diluye a un simple 0,02 por ciento , es decir un 99,8 más de lo que se hace cuando se utiliza normalmente para su uso en los cultivos transgénicos.Numerosos estudios advirtieron ya el hecho de que Roundup provoca daños en el ADN, por no citar alteraciones endocrinas y cáncer. Pero este nuevo estudio, que procede la Universidad Médica de Viena, es el primero en mostrar que la toxicidad de Roundup se mantiene incluso a niveles muy diluidos, lo cual entra en contradicción con lo que dicen los gigantes de la Agricultura Industrial sobre la supuesta seguridad de Roundup.
“Las comparaciones con los resultados de estudios anteriores sobre los linfocitos y células de los órganos internos indican que las células epiteliales son más susceptibles a los efectos citotóxicos del herbicida, provocando daños en el ADN”, escriben los científicos en el resumen de su estudio.
“Desde que descubrimos los efectos genotóxicos (que dañan el ADN) por una exposición a concentraciones 450 veces por debajo de las utilizadas normalmente en la agricultura, nuestros resultados indican que su inhalación puede provocar daños en el ADN de las personas expuestas”.
Pero no solamente el ingrediente glifosato de Roundup es extremadamente tóxico, sino que aumenta su toxicidad por la presencia de otros aditivos en su formulación. La polioxietileneamina, por ejemplo, un agente tensoactivo que facilita la absorción del glifosato por las células, encontrándose que aumenta de manera significativa la toxicidad sinérgica de Roundup en los seres humanos.
Para el medio, Roundup es una amenaza constante, para el aire y el agua, sobre todos para las aguas subterráneas y potables, ya que los estudios han demostrado que no se biodegrada después de ser aplicado en los cultivos.
El pasado otoño, el Servicio Geológico de Estados Unidos (Usgs) publicó datos que mostraban que el aire y el agua estaban altamente contaminados con glifosato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario