MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Afectados por la sensibilidad química múltiple (SQM) o la hipersensibilidad a los campos electromagnéticos (EHS, en sus siglas en inglés) se reunirán la próxima semana con representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de que ambas dolencias puedan incluirse en la clasificación internacional de enfermedades de este organismo de Naciones Unidas.
La reunión tendrá lugar el próximo viernes 13 de mayo y estará presidida por la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, la española María Neira, que recibirá a una representación de organizaciones de 26 países.
En el encuentro se presentará documentación con toda la evidencia científica existente en torno a estos trastornos de origen ambiental, firmada por más de 200 profesionales sanitarios y 240 fundaciones y asociaciones de afectados.
Según alegan, tanto la sensibilidad química múltiple como la electrohipersensibilidad son enfermedades de sensibilización central, producidas por factores ambientales, al igual que la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica, ya incluidas en tal clasificación de la OMS.
Los efectos que tienen los químicos y las radiaciones electromagnéticas a dosis muy bajas son acumulativos e interaccionan entre sí, hasta el punto de que "han acabado por generar una masa de enfermos crónicos, incapacitados para realizar una vida normal, de entre un 1 y un 5 por ciento de la población".
Según denuncia Francisca Clavero, paciente y una de las promotoras de esta propuesta, "la situación de desprotección sanitaria, social, familiar, judicial y económica que viven es inaceptable desde la perspectiva e la definición de la salud que hace la propia OMS".
A su juicio, el no considerarse enfermedades "impide a estas personas obtener diagnósticos correctos y que sus tratamientos sean cubiertos, al menos en parte, por la administración pública".
Además, según añade, "su reconocimiento oficial propiciaría una mayor investigación en este campo".
En España ya se ha constituido un Comité Nacional para el reconocimiento del síndrome de sensibilidad química múltiple, formado por trece asociaciones de enfermos, mientras que el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad está trabajando en un documento de consenso sobre esta dolencia.
Afectados por la sensibilidad química múltiple (SQM) o la hipersensibilidad a los campos electromagnéticos (EHS, en sus siglas en inglés) se reunirán la próxima semana con representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de que ambas dolencias puedan incluirse en la clasificación internacional de enfermedades de este organismo de Naciones Unidas.
La reunión tendrá lugar el próximo viernes 13 de mayo y estará presidida por la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, la española María Neira, que recibirá a una representación de organizaciones de 26 países.
En el encuentro se presentará documentación con toda la evidencia científica existente en torno a estos trastornos de origen ambiental, firmada por más de 200 profesionales sanitarios y 240 fundaciones y asociaciones de afectados.
Según alegan, tanto la sensibilidad química múltiple como la electrohipersensibilidad son enfermedades de sensibilización central, producidas por factores ambientales, al igual que la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica, ya incluidas en tal clasificación de la OMS.
Los efectos que tienen los químicos y las radiaciones electromagnéticas a dosis muy bajas son acumulativos e interaccionan entre sí, hasta el punto de que "han acabado por generar una masa de enfermos crónicos, incapacitados para realizar una vida normal, de entre un 1 y un 5 por ciento de la población".
Según denuncia Francisca Clavero, paciente y una de las promotoras de esta propuesta, "la situación de desprotección sanitaria, social, familiar, judicial y económica que viven es inaceptable desde la perspectiva e la definición de la salud que hace la propia OMS".
A su juicio, el no considerarse enfermedades "impide a estas personas obtener diagnósticos correctos y que sus tratamientos sean cubiertos, al menos en parte, por la administración pública".
Además, según añade, "su reconocimiento oficial propiciaría una mayor investigación en este campo".
En España ya se ha constituido un Comité Nacional para el reconocimiento del síndrome de sensibilidad química múltiple, formado por trece asociaciones de enfermos, mientras que el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad está trabajando en un documento de consenso sobre esta dolencia.
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